Diseños WEB
Counselor Flavia Guibourg

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
Flavia Guibourg - Counselor Flavia Guibourg Ver otros textos - Ir al índice hacer una consulta
Propuestas para docentes
TEXTOS PARA LEER - página 1

 
Usted está en esta página ahora
 

de LA ORACIÓN DE LA RANA
Anthony de Mello

Tetsugen, un alumno de Zen, asumió un tremendo compromiso: imprimir siete mil ejemplares de los sutras, que hasta entonces sólo podían conseguirse en chino.
Viajó a lo largo y ancho del Japón recaudando fondos para su proyecto. Algunas personas adineradas le dieron hasta cien monedas de oro, pero el grueso de la recaudación lo constituían las pequeñas aportaciones de los campesinos. Y Tetsugen expresaba a todos el mismo agradecimiento, prescindiendo de la suma que dieran.
Al cabo de diez largos años viajando de aquí para allá, consiguió recaudar lo necesario para su proyecto.
Justamente entonces se desbordó el río Uji, dejando en la miseria a miles de personas. Entonces Tetsugen empleó todo el dinero que había recaudado en ayudar a aquellas pobres gentes.
Luego comenzó de nuevo a recolectar fondos. Y otra vez pasaron varios años hasta que consiguió la suma necesaria. Entonces se desató una epidemia en el país, y Tetsugen volvió a gastar todo el dinero en ayudar a los damnificados.
Una vez más, volvió a empezar de cero y, por fin, al cabo de veinte años, su sueño se vio hecho realidad.
Las planchas con que se imprimió aquella primera edición de los sutras se exhiben actualmente en el monasterio Obaku, de Kyoto. Los japoneses cuentan a sus hijos que Tetsugen sacó, en total, tres ediciones de los sutras, pero que las dos primeras son invisibles y muy superiores a la tercera.

 

de DIARIO DE RUTA
Luis F. Iglesias
Abril 21
A mitad de la mañana, llega una mujer con cinco chicos. Dos suyos para Inferior, dos niñas de la vecina para Primero Superior y Cuarto y uno pequeño de compañía. Y varios perros.
Todo es humilde en el grupo que espera en la puerta. Los chicos me miran sin temor, con curiosidad, y la mujer se franquea con sencillez, y me agrada.
Cuando entramos al aula, los nuestros ríen porque con nosotros, mujer y chicos, entran los perros.
Ella me explica que ya ha perdido un mes y medio, porque no tenían ropas limpias para ponerse. Habla con acento italiano y dice muchas veces: "maestro"..."maestro"...
- ¿Van a venir a pie?
- Si, maestro...Es lejos, pero van a venir caminando. Esta chica, Tulia, los va a acompañar.
Ella es una morochita vivaz, que habla alegremente con todos. De primera intención veo que hemos ganado con su llegada.
- Me hablaron muy bien de su escuela, maestro. Muy bien. Y veo que es muy linda, maestro - dice la mujer. En verdad está sorprendida porque los chicos rien, hablan naturalmente; y las acuarelas, el sol que nos rodea, todo tiende a despertar su confianza. Siempre he pensado con cuánto temor recóndito, las madres dejarán a sus pequeños el primer día de escuela.

 

de REFLEXIONES SOBRE LA VIDA
Joseph Campbell

Con la perfección
nada puede hacerse.

Todo proceso implica
romper algo.

La tierra debe romperse
para producir vida.

Si la semilla no muere
no hay planta.

La vida vive de vidas:

Nuestra propia vida
vive de los actos
de otros.

Si vales la vida,
puedes tomarla.

Si vivimos en realidad es por
la experiencia de la vida,
tanto el dolor como el placer.

El mundo es buen oponente para nosotros.
Somos buenos oponentes para el mundo.
 

 

   
PARA CONSULTAS TELEFÓNICAS LLAMAR AL 15-4446-2882
o enviar un mail a
flaviaguibourg@yahoo.com.ar