de LAS MEJORES LEYENDAS TAOISTAS
Lieh-Tzu, Chuang-Tzu y otros
El Maestro Sun y Vasta Oscuridad
El Maestro Sun, un
caballero de edad avanzado,
apuesto y maduro, estaba vagabundeando
por las montañas del
Este entre la niebla, rocas
macizas y la magnificencia de
árboles pristinos. Pronto
vio a un caballero anciano y
muy arrugado, divirtiéndose,
golpeándose los muslos
y saltando aquí y allá
como un gorrión. El Maestro
Sun llamó al anciano
caballero: "¿Quién
es usted?", preguntó,
"¿por qué
salta así?".
"Ah, buen día, mi
joven amigo", respondió
el caballero, "me llamaban
Vasta Oscuridad en el último
lugar donde vivía",
rió, "y salto así
porque estoy jugando".
El Maestro Sun quedó
detenido ante la visión
de un viejo tal, bailando por
ahí como un potrillo
joven. Sintió una gran
curiosidad acerca del anciano
caballero y preguntó:
"Amable señor, ya
que usted está jugando
de esa forma, ¿podría
decirme qué lo tiene
tan lleno de alegría?"
Ante esto, Vasta Oscuridad se
detuvo, inclinó su cabeza
ligeramente en un pensamiento
profundo, y entonces dijo: "Pienso
que es la gran vacuidad del
Tao".
Cuando el Maestro Sun escuchó
esto, se sintió muy excitado.
Él mismo era un viajero
y un peregrino en busca del
Tao, el camino para ser íntegro
y natural. Oír al viejo
caballero hablar del Tao hizo
que el Maestro Sun se diera
cuenta de que no se trataba
de un viejo loco, sino de algo
más. Se sintió
aún más alterado
y preguntó: "Amable
señor, me doy cuenta
de que usted es verdaderamente
alguien que ha tocado el Tao.
¿Puede usted iluminarme?".
El viejo caballero Vasta Oscuridad,
simplemente se sonrió,
continuó danzando y golpeando
sus muslos y saltando como un
gorrión.
El Maestro Sun siguió
al viejo mientras éste
saltaba y bailaba por la estrecha
cornisa donde se encontraban.
El Maestro Sun le dijo al anciano:"Amable
señor, por favor, ¿puede
decirme cuál es su comprensión
del mundo?".
El viejo caballero se detuvo
momentáneamente, luego
continuó retozando y
haciendo cabriolas.
El Maestro Sun siguió
a Vasta Oscuridad y ambos entraron
en una blanda y agradablemente
fresca niebla de montaña.
La niebla los envolvió
de manera tal que apenas se
podía ver el sendero
hacia adelante o hacia atrás.
El Maestro Sun suplicó
una vez más: "Amable
señor, me doy cuenta
de que usted es un hombre de
gran sabiduría. Por favor,
hábleme del Camino (el
Tao). Parece que el mundo se
ha descarriado. Las energías
vitales del Cielo parecen haberse
separado del mundo y las formas
en las que actúa la gente
parecen estar fuera de ritmo.
¿Puede decirme usted
por qué es así?".
Ante eso, la danza de Vasta
Oscuridad comenzó a desenvolverse
hacia un suave detenerse rítmico,
y casi pareció diluirse
en una posición sentada,
relajada, sobre una verde mata
de pasto blando. Su risa convirtiose
en una simple sonrisa y sus
ojos brillaron con satisfacción.
Lo llamó al Maestro Sun
con una risa amable: "Joven
caballero, puedo ver que usted
es un hombre de sustancia y
que está buscando cosas
que mejorarán su vida.
Siéntese aquí,
a mi lado, sobre este fino pasto
limpio, y le recitaré
un poema que aprendí
en mi juventud".
El Maestro Sun se acomodó
en un lugar cerca del muy arrugado
caballero. No pudo evitar responderle
al anciano con una sonrisa.
Vasta Oscuridad comenzó:
"Vagabundeando al azar,
No estoy seguro de lo que busco.
En mi intriga o locura,
No sé a dónde
voy.
Viajo en perplejidad;
Observando lo inesperado.
Todo aquello que desordene los
caminos de la esencia fundamental,
O vaya contra el método
de la naturalidad
No alcanza la integridad o la
totalidad.
En tal caso, las manadas de
animales se desorientarán
y
Los pájaros dejarán
de cantar.
El desastre llegará a
los pastos y árboles,
La calamidad afligirá
a los reptiles e insectos,
La gente vivirá en medio
de la ilusión y la incomodidad.
Y el orden del mundo de las
diez mil cosas se tornará
confuso.
Una situación tal es
muy seria".
"Bien, ¿qué
hay que hacer?", preguntó
el Maestro Sun.
El viejo sonrió: "Espere,
amigo mío, el poema aún
no ha terminado". Y comenzó
de nuevo:
"El camino del Cielo muestra
el Método,
Sólo aprenda a leer los
mensajes del mundo natural todo
alrededor.
Las respuestas están
en las nubes,
en las cascadas, en las montañas,
los desiertos y los bosques.
Sólo retorne a la tranquilidad
y a la quietud interna natural.
Cultive y nutra la genuinidad,
sin predisposición alguna.
Ubíquese en la no obstrucción,
y todas las cosas se resolverán
por sí mismas.
Ocúpese del verdadero
cuidado.
Nutra su energía vital
y forma corpórea,
Quite el egoísmo,
Atenúe su inteligencia,
Venza el hábito y la
obsesión,
Mire más allá
de todas las relaciones pero
no descarte a la gente.
Únase a la integridad
común ilimitada.
Relaje su mente,
Libere su espíritu,
Olvide el juicio.
Sea impasible y totalmente imparcial,
sin perder el espíritu
de las emociones.
Cuando todo esto es alcanzado,
la miríada de cosas del
mundo se vuelve como una,
Y cada una retorna a lo que
le es propio.
Mucha gente se halla en un estado
de caos, de tinieblas,
Y no abandona ese estado en
toda su vida.
Muchos ni siquiera se dan cuenta
de ese estado.
Deje de dar nombre a las cosas.
Deje de competir.
Deje de juzgar. Abandone las
agendas personales.
Permita a las cosas.
Que cada una encuentre su propia
naturalidad".
Los ojos del Maestro Sun se
llenaron de lágrimas
de alegría, y le hizo
una reverencia al viejo caballero.
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